La madre de Gustavo falleció el sábado por la mañana, cuando la nieve ya cubría todo Madrid y a causa del temporal los equipos de emergencias no pudieron certificar su defunción hasta el domingo por la tarde. Esas horas fueron terribles para su familia, pero en Liarla Pardo asegura que no son los únicos que sufrieron una situación similar y que al menos hay 30 familias que han tenido que permanecer en casa durante varios días acompañando a sus difuntos.
Explica que tras 25 llamadas al 112 y "contestaciones muy variopintas", se dieron cuenta de que no eran una prioridad. "No pudo venir ni la funeraria ni nadie hasta que transcurrieron dos días puesto que el 112 no pudo certificar la defunción, un paso imprescindible", relata el hombre. Para tratar de conservar a su madre de la mejor manera posible tuvieron que permanecer con las ventanas abiertas y la calefacción apagada, pero afirma que fue "desastroso porque no hubo conservación". Además, cuenta que cuando compartieron su historia en redes sociales y empezaron a recibir apoyo por parte de los usuarios, a las dos horas ya pudieron certificar la muerte.
"El temporal es un problema que ha incidido en el principal problema: en la falta de medios, el problema de gestión, de coordinación y el problema político", señala Gustavo.