¿Cuál fue tu mayor motivación para ir a La Isla?

Mi mayor motivación para ir a La Isla fue la aventura en sí. Siempre me han gustado los desafíos y todo tipo de locuras, así que en cuanto vi que tenía la oportunidad de vivir esta experiencia, no lo dudé ni un segundo.

¿Cómo viviste la bienvenida que te dieron tus compañeros?

Cuando entré en la isla, la verdad que fue muy extraño, yo estaba muy nervioso y emocionado, pero vi que mis compañeros no estaban tan entusiasmados con mi llegada. Fue como cuando un niño nuevo llega a mitad de curso en el colegio.

¿Te impresionó ver el estado del grupo después de vivir sólo 6 días en La Isla?

Me impresionó muchísimo el estado del grupo, estaban sucios, hambrientos y llenos de picaduras. Les recuerdo oliendo mi ropa porque olían el champú, estaban en estado salvaje.

¿Te preparaste de alguna manera antes de ir?

No me preparé de ninguna manera para ir a La Isla, no tenía ningún conocimiento de supervivencia y como lo de participar fue tan rápido, no pude.

¿Te costó adaptarte al grupo que ya estaba formado?

Creo que me costó unos días adaptarme al grupo y sentirme uno más de la tribu. Los primeros días estaba dudando de mi decisión de haber ido para allá, pero a base de esfuerzo y de ganarme su confianza estaba super a gusto con el resto de la tribu.

¿Qué fue lo que más te impactó a tu llegada?

Fue ver el estado de mis compañeros y las picaduras de mosquito que tenían todos, parecía que llevaban meses allí.

¿Qué has aportado al grupo?

Me gusta pensar que yo aporté trabajo, esfuerzo y buenas energías. Creo que cuando llegué fue un poco de aire fresco y buenas intenciones para ayudar a mis compañeros. Muchos se desahogaban conmigo por ser el nuevo y, además, de grabar, me gusta escuchar a las personas, creo que conseguí ser un miembro más y que contaran conmigo para lo que necesitaran.

¿Cuál ha sido el momento más duro que has vivido?

Sin duda, los momentos más duros de La Isla eran las noches. No se podía dormir, hacía frío, humedad, te comían los bichos... podías dormir una hora seguida, con suerte. Menos mal que algunos nos íbamos de 'after' al lado del fuego, para intentar que se hiciera un poco más amena la noche. Las noches eran un infierno.

Eres operador de cámara, ¿cuáles eran tus trucos para compaginar supervivencia y grabación?

Soy operador de cámara y tenía que grabar, me tocaba hacer muchas cosas a lo largo del día. Creo que fue una ventaja estar entretenido, concentrado para sobrevivir y trabajar en La Isla.

¿Cómo viviste el cambio de la civilización a la vida salvaje?

Fue bastante fácil porque no tenías otra, o te adaptabas rápido o te volvías loco. El cuerpo se hace a todo mucho más rápido de lo que pensamos.

¿Cómo describirías tu primera noche en La Isla?

Recuerdo que la primera noche estaba nervioso por estar allí, no me lo creía. Me preparé un agujero mal hecho para dormir, caí rendido de lo cansado que estaba y me desperté a la media hora porque me habían comido los bichos. Ya no pude dormir más.

Si volvieras atrás, ¿repetirías la experiencia?

Sin duda volvería a repetir, yo no pude estar al principio del todo, esa es la espinita que me queda. Si me dijeran de volver aceptaría sin dudarlo.