Son cientos de horas de grabación de la Operación Malaya y la Operación Pantoja. Se trata del minuto a minuto del mayor caso de corrupción: el saqueo al Ayuntamiento de Marbella. José María Del Nido no era el foco de los flashes, pero estuvo allí y tuvo un papel protagonista.

Todo comienza cuando el joven abogado escucha una conversación en una junta del Sevilla, en la que los máximos mandatarios del club hablan del dinero de Jesús Gil y de un tal Roca. José María del Nido huele a dinero y toma una decisión.

Localizamos a un abogado que conoce bien cómo despega la carrera de José María del Nido. “Tenemos que situarnos en la Marbella de finales de los 90. Esa Marbella arrolladora, espectacular, absolutamente hortera pero llena de dinero”, nos cuenta Agustín Martínez.

José María del Nido aterriza en esta Marbella, con un ayuntamiento dominado por la corrupción y un alcalde investigado por la Justicia. Jesús Gil contrata los servicios del letrado sevillano como asesor jurídico externo del consistorio marbellí.

Según Agustín Martínez, Del Nido es “un hombre especialmente vehemente, fácil verbo, muy impetuoso y eso deslumbra a Gil. Se convierte en más que en un peón, en un alfil o en un caballo muy importante en el tablero ajedrez”. El alcalde encarga al nuevo hombre importante de Marbella fiscalizar las cuentas municipales y pone todo el Ayuntamiento a su disposición.

En la sentencia que condenará a Del Nido por malversación del dinero del Ayuntamiento de Marbella, se lee que la posición del joven abogado fue de tanto poder que llegó a visar facturas pagadas con dinero municipal o intermediar en el reparto de trabajo entre concejales.

En medio de tanto trabajo le llega un revés inesperado: Gil dimite. Del Nido no tarda en elegir a su nuevo compañero de viaje. Las cámaras no se fijan en él. Y eso que ya es presidente del Sevilla. Pero a partir de ahora se convertirá también en la sombra del nuevo alcalde. Del Nido es ahora la mano derecha de Julián Muñoz.