"Las tenía privadas de comida y a veces de agua", denuncia en Equipo de Investigación la madre de la joven "dakini". La mujer asegura que José Manuel Cánovas, el falso lama, las obligaba a escuchar "sus enseñanzas, que eran su locura, durante muchas noches seguidas, aunque ellas se quejaban de que no podían ni vivir porque no podían ni dormir".

Victoria Pascual, criminóloga y socióloga, explica que al privar a un ser humano del sueño y del alimento, el organismo "no funciona correctamente y es más fácil conseguir el control". "Va creando una realidad paralela en torno a las víctimas", puntualiza Pascual, como puede observarse en el vídeo superior.

La madre de la joven relata que tanto su hija como otra chica que la acompañaba nunca salen de la finca donde se ubican las instalaciones de la supuesta asociación. Además, lamenta no tener tampoco contacto con ésta: "Allí te tienen 24 horas y siete días haciendo cosas para él. No tienes tiempo ni de pensar". En este sentido, la criminóloga advierte de que "el aislamiento familiar y de amigos es muy importante para lograr una captación completa".