La ONG Médicos sin Fronteras cuenta con un barco, el 'Dignity I', que se encarga de rescatar a personas que tratan de cruzar el Mediterráneo huyendo de sus países y en busca de un futuro en Europa. Paula Farias, trabajadora de la organización, explica que durante los rescates se encuentra con "gente que se echa al mar, que no está dispuesta a que sus hijos crezcan en situaciones de violencia, y se sube a la patera y se tira al agua sin ninguna certeza de que vayan a llegar a ningún sitio". Son lo que ella considera "gente inspiradora".

Así, cuenta que cada vez que rescataban a alguien les daban la mano y les decían que estaban a salvo. "No hay nada más bonito en el mundo que poder hacer eso", asegura. Por ello, afirma que siente vergüenza de que Europa cierre sus puertas y mire para otro lado, cuando la solución "es factible": "No es un no poder, es un no querer tomar determinadas decisiones".

La experta en acción humanitaria también ha contado cómo ha sido trabajar con la ONG en España durante la crisis sanitaria de la pandemia: "Tocó elegir quien iba a tener acceso a los recursos y quién no", recuerda. Señala además que "somos unos privilegiados con mayúsculas solo por el hecho de poder confinarnos, de poder parar porque tienes un techo y la nevera con comida".