Trapos sucios, platos rotos, reproches, insinuaciones y sobre todo, muchas faltas de respeto. Esto es lo que ha podido presenciar Alberto Chicote en este tenso cara a cara protagonizado por los participantes de Batalla de restaurantes Zaragoza: Cristian Yáñez, de La ternasca; Carlos Gilarte, de Asador Los gigantes; Cristina Martínez, de Valdeconsejo, y Francisco Bernad, de Pepito Ternera.

El popular chef está escandalizado con el juego sucio de los concursantes y las puntuaciones tan injustamente bajas con las que se han valorado los unos a los otros. Llega el momento de marchar, pero el presentador tiene algo que decir antes de irse, por mucho que quiera salir corriendo de allí.

"Me gustaría hacer una valoración personal", advierte antes de poner sobre la mesa las notas, en las que puede verse claramente lo que intenta exponer. "A mí, esto, esto, esto y esto me parece una vergüenza", dice con dureza. "Me parece una falta de respeto para los contrincantes y sobre todo una enorme falta de respeto hacia la profesión y yo eso lo tengo metido aquí", dice mientras se señala el pecho.

En su entrevista personal, Cristina lamenta que el programa se haya desarrollado de esta manera. "Esta ha sido una batalla que la del Ebro se queda corta. Si nos hubierais dejado utilizar armas, no estábamos aquí ninguno. Acojonante", reconoce.