Continúan las especulaciones sobre un desvío de fondos por parte de la Unión General de Trabajadores de Andalucía. Al parecer, el dinero destinado a la formación de parados acabó financiando la huelga general de septiembre de 2010, tal y como prueban las facturas que el diario El Mundo sigue sacando a la luz.

La última de estas facturas, y la que más ha llamado la atención es aquella en la que el sindicato pide en un mail a la empresa Sicma que falsifique la factura del "diseño y rotulación del autobús de la huelga" para costearlo con los fondos para desempleados. UGT pide a la empresa citada que pongan "publicidad y programas de desarrollo de acciones formativas" "sin hacer mención a ninguna otra cosa". Sin embargo, cometen el fallo de no borrar el concepto "bus de la huelga". Por ello, quedan asociadas las acciones de formación a un autobús para el parón general de 2010.

A pesar de la evidencia, finalmente los más de cinco mil euros que costó ese servicio se habrían cargado en concreto a un curso de formación de monitores de educación medioambiental tal y como quedó constatado en una factura.

Y esto no es lo único. El Mundo lleva días publicando documentos que acreditarían ese desvío de dinero público que habría hecho UGT para financiar también, pancartas para esa misma huelga. En ese caso se financiaron con fondos para un curso de celadores cifrado en más de tres mil euros.

Con el mismo sistema pedían a través de un correo que no se pusiera "nada de portes ni pancartas verticales".También la revista para afiliados la habrían pagado utilizando el dinero para formar a parados que, en teoría, iban destinados para los gastos en publicidad, pero finalmente decidieron emplearlo para costear la impresión  y el embolsado. El importe llegaría hasta los treinta mil euros.

La respuesta de UGT: restar credibilidad a esta información y defender que todas sus facturas han sido fiscalizadas.