La propuesta del Gobierno, que ya es anteproyecto de ley, se basa en revalorizar las pensiones en función de la marcha de la economía. Cuenta 'El País', que las cuentas que hace el Gobierno pintan un escenario de un recorte de las pensiones de 33.000 millones de euros; eso sí, si la inflación es de un 1%, pero esto no es algo estándar.

El problema llega si la inflación supera ese 1%. Si llegase al 2%, como utiliza el Banco Central europeo para la zona euro, estaríamos hablando de un recorte de 70.000 millones de euros en pensiones. Y si la inflación llega al 3%, ese recorte es más que considerable: 110.000 millones de euros.

Esto es lo que piensa el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, sobre estas cifras. "Pongamos a un lado esos 33.000 millones de euros de ahorro, y pongamos en otro lado el enorme volumen de recursos que vamos a dedicar a pensiones. En relación la cantidad es pequeña".

Esas cifras, "pequeñas", son un agujero grande en el bolsillo del pensionista. En 'El País' tienen una calculadora muy práctica en la que podemos ver cómo quedaría nuestra pensión, siguiendo los parámetros que quiere introducir el Gobierno.

Pongamos el ejemplo de una pensión media que, según los últimos datos, es de 981 euros al mes divididos en 14 pagas. Si atendemos a la inflación, con la nueva reforma, si el IPC es del 1%, ese pensionista medio ganaría 45 euros menos al mes, al año son más de 600 euros menos de pensión.

A medida que la inflación sube, disminuye el sueldo del pensionista. Si llega al 2% la inflación, estaríamos hablando de más de 100 euros menos al mes para ese pensionista medio; y si llega al 3%, el mordisco a su pensión al mes es brutal, de 175 euros menos. Al año, 2.400 euros menos de pensión. Esto demuestra que la pérdida de poder adquisitivo es evidente para el pensionista con esta nueva reforma.