Hace 11 años de la tragedia medioambiental del 'Prestige' y es ahora cuando conocemos la sentencia del juicio. Pero, ¿qué es lo que paso?. Inés García analiza los hechos en 'Al Rojo Vivo' y repasa cómo se produjo una de las mayores catástrofes medioambientales del mundo. En ella tuvo mucho que ver el estado de la mar, pero también la actuación de las autoridades en la gestión de la crisis.

Se trata de la historia de un petrolero viejo, sin las medidas necesarias de seguridad según la Fiscalía. Con bandera de Barbados, el barco se dirigía a Gibraltar. Salió de Letonia, pero el 13 de noviembre de 2002 el barco sufre un accidente a tan sólo 61 km. del cabo de Finisterre. El 'Prestige' comienza a escorarse y empieza a cundir el pánico. El barco lleva en sus tripas 75.000 toneladas de crudo.

Tras quedar el barco a merced de un temporal, Salvamento rescata a toda la tripulación, excepto al capitán y dos técnicos que permanecen en él. Es ahí donde empiezan las contradicciones en torno a lo que realmente pasó.

El 16 de noviembre, el 'Prestige' es ya un barco a la deriva y una bomba de relojería

Al día siguiente, 14 de noviembre, cuatro remolcadores alejan el barco de la costa. Las fisuras son cada vez más grandes y se duda entre llevarlo a tierra para vaciarlo o llevarlo mar adentro. El buque comienza a soltar fuel, más de 30 kilómetros de mancha negra en aguas gallegas. El 15 de noviembre, las fisuras se hacen mas grandes y las manchas de fuel aumentan su tamaño. Ese día es detenido el capitán del barco.

El 16 de noviembre, el 'Prestige' es ya un barco a la deriva y una bomba de relojería. Tres días después del accidente, el chapapote llega a las playas de Finisterre y comienzan a verse a las primeras aves manchadas de fuel. El 18 de noviembre, el buques es remolcado más adentro, hacia Portugal, dejando su casco atrás y un reguero de petróleo. Faltaban horas para el gran desastre.

La descordinación política y de gestión tuvo en la solidaridad su contrapunto

Llega el momento más temido. El 'Prestige' a las ocho de la mañana del día 19 de noviembre se parte en dos, a 272 km. de uno de los paraísos naturales de este país, las islas Cíes.

La descordinación política y de gestión tuvo en la solidaridad su contrapunto. La cara y la cruz de la tragedia. 300.000 voluntarios de todo el país llegaron a las costas gallegas para recoger chapapote, que no dejaba de llegar con las olas del mar.

Apenas se exigieron responsabilidades políticas y el entonces presidente Aznar no quiso mancharse las manos y no visitó la zona, algo por lo que fue muy criticado. Sí lo hicieron, el Rey, Mariano Rajoy, vicepresidente, y Rodríguez Zapatero, al frente de la oposición.