Con la llegada de enero, han llegado también las nuevas pensiones. Ya son efectivos los cambios de las reformas que ha puesto en marcha Fátima Báñez.

Empezamos por la revalorización: cuánto más vamos a cobrar. Nos olvidamos del IPC, de lo que suban los precios. Desde enero sabemos que lo que va a subir la pensión este año es un 0,25%. En el futuro, en periodos de bonanza, un máximo del IPC de 0,5%.

Como no estamos precisamente en ese caso, este 2014 los pensionistas van a ver revalorizadas sus pensiones un 0,25%, es decir, en teoría cobrarán más. Pero eso no significa tener más dinero en el bolsillo.

Si los precios de las cosas, el IPC, suben como tiene pensado el Gobierno, un 1% aproximadamente, habrá pérdida de poder adquisitivo. Insistimos, ese 0,25% no es lo que va a subir todos los años, no es una cantidad fija. Desde esa cantidad subirá, o no, en función de cómo vayan las cuentas de la caja de la Seguridad Social, el número de pensionistas que haya y cómo evolucione la pensión media.

Esto afecta al pensionista de hoy. Al del futuro, afecta el siguiente factor a tener en cuenta, lo que se llama factor de sostenibilidad. Viene a ser que cuantos más años vivamos menos cobraremos, porque supuestamente, nos vamos a beneficiar de más años de pensión de jubilación.

Oficialmente no entra en vigor hasta 2019, pero sí hay cosas que ya empiezan a ser efectivas. Este año, para jubilarse con la pensión completa será necesario tener los 65 años que había que tener hasta ahora y 2 meses más. Eso va a ir aumentando paulatinamente, de modo que en 2027 la edad de jubilación esté cerrada en los 67 años.