Las frases de Bárcenas son contundentes. Por ejemplo: "Es tanta la documentación que guardamos que podríamos entregar cada día una bomba". Además, el extesorero se dedicó a grabar en los meses anteriores a su entrada en la prisión de Soto del Real a todos los enviados, incluidos ministros y compañeros, porque ya no se fiaba de nadie. "Las grabaciones serían 20 veces la documentación que entregué al juez Ruz", escribe Raúl del Pozo.

Pero no se queda sólo ahí. Según le cuenta Luis Bárcenas, "hay SMS nuevos, hay cuatro cajas de documentos". "Cajas con grabaciones, correos, teléfonos, talones, recibís. Con difícil accesibilidad, eso sí". Y avisa Bárcenas: "Aquellos nombres que te sorprendieron y que estremecerían al país, posiblemente salgan durante el juicio y también podrían salir las pruebas de la contabilidad paralela y los sueldos en negro".

El dolor de cabeza continúa para el gobierno popular porque según Bárcenas todavía le quedaría mucho hilo del que tirar y estaría dispuesto a hacerlo.