"Se ha volcado la patera", gritaban los miembros de una embarcación que vieron cómo volcaba una patera con once migrantes -algunos menores- en el mar. "Han venido a busca un futuro, hay niños pequeños", insistían. Minutos antes se había producido el coche con una embarcación de la Guardia Civil. Quienes estaban en la zona increparon a los agentes por no haber frenado. "Habéis metido un pepinazo y habéis hundido a la familia entera", expresaban.

Desde la Delegación del Gobierno de Melilla aseguran que la patrulla de los GEAS dio el alto a la patera pero, según su versión, en lugar de obedecer y parar la embarcación aceleró y, por eso, se produjo el impacto. Nueve personas cayeron al agua. Entre ellos una madre y su bebé.

Al rescate acudieron varios ciudadanos que estaban con sus embarcaciones cerca. De hecho, algunos fueron testigos del rescate de un bebé. Un hombre lo sacó del agua. Se había quedado atrapado. La madre ha contado a las cámaras de la Sexta cómo lo vivió. Asegura que pasó miedo. "Cuando veníamos vimos a la Guardia Civil, les gritábamos y no nos hicieron caso y chocamos muy fuerte. Parecía una bomba", relata.

El director de la ONG PRODEIN, José Palazón, asegura que la Guardia Civil no puede tirar al agua a once personas sin saber si saben nadar o no. "No puede atropellar a una patera para ejercer el control de fronteras", añade. Movimientos políticos, como Somos Melilla, piden que se realice una investigación sobre los hechos.