La CEP asegura que Ana incitó a la violencia, se resistió a identificarse, destrozó el coche y trató de inundar el calabozo. Nada parecido a lo que cuenta Carlos, detenido mientras grababa con su móvil y que viajó en el coche policial junto a Ana: "Cuando estuvo conmigo no hizo daño ninguno. Estábamos esposados. ¿Daño con qué? No lo entiendo". La pregunta obligada: ¿Cómo una persona esposada puede resultar peligrosa? "Puede utilizar fácilmente las piernas, con un hombro puede hacer movimientos a su libre albedrío dentro de lo que es el vehículo", afirma Ángel Reina, secretario provincial del sindicato CEP en Sevilla.
Buscamos una tercera versión. José tiene 68 años. También estaba en la manifestación y también fue apaleado: "A mi me han dado palos por todos lados". Lo cuenta y lo muestra. Todavía está marcado y dolorido. Asegura que nadie provocó a la Policía: "Nadie de nosotros increpó, insultó a nadie, y menos a la Policía". Y que, además de los golpes, sufrió un viaje en el tiempo: "Un policía me dijo que cuando llegáramos allí me iban a leer la cartilla y a ponerme una multa de 1.200 euros, y eso me recuerda a hace mucho tiempo". Como sobre Ana, también recaen cinco cargos.
Violencia machista
Investigan por qué no avisó la pulsera telemática del asesino machista de Mallorca
¿Qué falló? El presunto asesino, ahora detenido, tenía una orden de alejamiento y una pulsera telemática, que sin embargo no se activó cuando vulneró la prohibición de acercarse a la víctima. Ahora se investiga por qué.