El secuestro por encargo de hijos se ha convertido en un negocio al alza en nuestro país.

Cada vez más padres separados contratan los servicios de profesionales para recuperar a sus hijos tras ser sustraídos por sus exparejas.

Estas empresas llegan a cobrar hasta 200.000 euros por secuestro. Durante los seis primeros meses de 2013, 112 niños fueron raptados por sus progenitores en España.