Una de las víctimas del incendio de las casetas de la feria de San Fernando, Guillermo, dormía cuidando su puesto de venta ambulante al que un grupo de jóvenes le prendió fuego, "el humo del plástico quemado me asfixiaba y el instito me hizo salir como pude, arrastrándome", asegura.

Tiene quemaduras en una pierna. El fuego se propagó tanto que afectó al puesto de al lado, el de Nodir, marroquí que tiene un bebé de pocos meses y que todavía sufre los efectos de la inhalación de humo. Nodir asegura que sienten "dolor, sufrimiento y susto, es grave". Tienen el miedo todavía en el cuerpo por un ataque que denuncian fue racista.

Liliana Tello, víctima del ataque asegura que "uno de los cuatro que se fueron corriendo gritaba, que se queme el moro, que se queme el moro". El incendio se desató el sábado en el recinto ferial y los testigos aseguran que fue provocado, "Ví a un grupo de chavales así ya salían corriendo como diciendo, mira ya se ha quemado o lo hemos quemado".

La policía no descarta ninguna hipótesis pero desde el Ayuntamiento no confirman que se trate de un ataque xenófobo, el alcalde, Ángel Moreno, ha aseverado que "de momento no hay idenficado ningún autor y no sé sabe las causas".

Estas familias calculan que han perdido más de 12.000 euros. Algunos vecinos les ayudan a reconstruir su negocio, mientras ellos miran con resignación su trabajo de toda la vida, convertido en cenizas.