Multar antes de cometer el delito, de forma preventiva y temporal. Es lo que propone el Servicio Catalán de Tráfico. Isern quiere evitar a los asesinos en potencia al volante, por eso pide la colaboración de los médicos, para que pasen informes sobre los pacientes que no pueden conducir por estar en tratamiento.

"En el caso de que un médico detecte una patología grave que puede comportar un riesgo realmente importante en la salud de las personas en la carretera, tenga la capacidad de poder reducir ese permiso de conducir en el tiempo que considere oportuno", explica Joan Josep Isern, director del Servicio catalán de Tráfico, que asegura que la confidencialidad del paciente estaría garantizada.

Para las asociaciones de conductores sería muy complicado de poner en marcha si no se cambia la ley. "Esto hoy no sería posible e incluso podría incurrir en un delito de revelación de secretos. El riesgo que tiene es que se pueda generar la desconfianza entre el paciente y el médico", asevera Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados.

Josep lleva 30 años sin probar una gota de alcohol, su carnet no corre peligro pero los alcohólicos practicantes dicen, son bombas de relojería. Cree que no se debe criminalizar a los adictos pero prefiere ver lo positivo de la propuesta. "La persona que es alcohólico practicante va a un centro y le retiran el carnet, esta persona se tendría que dar cuenta de que le están haciendo un favor", reflexiona el presidente de la Federación de alcohólicos rehabilitados en Cataluña.