Después de salir a la luz las conversaciones Francisco Iglesias, todavía siguió al teléfono en otra centralita, a pesar de que su encargado ya había emitido informes muy negativos antes de la noche de Halloween.

Los sindicatos del Samur denuncian que este trabajador no haya sido expedientado y que aún trabaje. Pero insisten en que después de 5 muertes, y al margen de la actitud del operador telefónico, el Samur actuó bien.

Aún teniendo constancia de que Francisco ha mentido incluso asegurando que el Samur no puede entrar a las discotecas ni devolver llamadas, han sido los medios los encargados de destapar todo esto, porque parece que, a pesar de las quejas de sus superiores, en el Samur antes nadie sabía de las maneras de Francisco.