La empresa BIC, líder mundial en venta de bolígrafos, ha informado de que históricamente hay que remontarse a comienzos del siglo XX, con el uso de las estilográficas, para entender la distinción entre ambos colores.

El azul permitía distinguir de forma más sencilla un original de una copia y en una época en que había que recargar manualmente los cartuchos de tinta, el riesgo de mancharse era muy alto y el azul resultaba más fácil de limpiar, según los historiadores de la compañía. Actualmente, sin embargo, la elección del color depende del gusto personal y de la tradición cultural de cada país.