Puede que recordemos el 2021 por muchas cosas, pero, entre casos, vacunas y cifras, hay otro gran tema que se ha colado en la conversación nacional: la salud mental. El Ministerio de Sanidad no ha hecho oídos sordos y ya tiene avanzado el borrador de la Nueva Estrategia de Salud Mental.

Según fuentes consultadas por laSexta, todo apunta que estos nuevos protocolos serán aprobados a la vuelta de las vacaciones si consiguen el visto bueno del Consejo Interterritorial en otoño. El texto plantea sus propuestas para el periodo de 2021-2026.

El plan del Gobierno se basa en diez puntos claves y está dirigido a toda la población. Busca, según recoge el borrador al que ha tenido acceso esta cadena, “mejorar la salud mental de la población en todos los niveles y ámbitos de atención de todo el Sistema Nacional de Salud”.

Atención al suicidio

Estos pilares son, primero, la autonomía y los derechos: Sanidad pone el foco en la voluntad y en la atención a la persona. Le sigue la promoción de la salud mental de la población y la prevención de los trastornos mentales: hablar, sensibilizar, no minimizar ni ocultar los síntomas y los efectos.

El tercer punto es la prevención, detección precoz y la atención a la conducta suicida. El suicido es, a día de hoy, la principal causa de muerte en los jóvenes españoles. Y aunque no se reduce a esa franja de edad, el Gobierno subraya la importancia de prestar atención a grupos de riesgo.

Según se deduce de la cuarta línea maestra, se acabó eso de considerar la terapia psicológica como un problema individual. Sanidad habla de la atención a las personas con problemas de salud mental basada en el modelo de recuperación en el ámbito comunitario: personalizar las terapias y apoyarse en familia, amigos o grupos diversos.

Niños y jóvenes

Uno de los focos sobre los que incide esta estrategia es la importancia de la salud mental para niños y jóvenes. Pero también de la formación en este tema de las familias, a las que se les fomentará que atiendan e intervengan.

Finalmente, resalta la importancia de la coordinación entre instituciones, la participación de la ciudadanía, la formación de los propios ciudadanos y, claro, la investigación, innovación y conocimiento.

Psicólogos en ambulatorios

Entre todas las medidas que propone el plan para conseguir estos objetivos, destaca el refuerzo de la atención psicológica por el que Sanidad apuesta. Además, a todos los niveles: más psicólogos desde la atención primaria a los centros intermedios -hospital de día psiquiátrico-, pasando, claro, por los ingresos y estancias en clínicas especializadas.

Es probable que donde más se note ese robustecimiento de la presencia de psicólogos que propone el Gobierno sea en los centros de salud. Sanidad reconoce “la necesidad de actualizar la cartera de servicios de la atención primaria”, por lo que piensa dotar de recursos y potenciar “la figura del psicólogo clínico en el ámbito del sistema sanitario y protocolizar los circuitos de derivación”.

Es decir: que los distintos niveles de la atención sanitaria se coordinen, cooperen. Que haya más especialistas y que el resto de sanitarios estén formados en la materia para poder identificar y derivar casos correctamente.

Pisos protegidos o mini-residencias

Finalmente, Sanidad quiere desarrollar programas socio-sanitarios, como “cooperativas de personas con trastornos mentales a múltiples niveles, con la supervisión psicosocial directa adecuada, pisos protegidos, granjas protegidas, mini-residencias y comunidades terapéuticas”.