Marta ahora puede caminar con su hija, pero lo suyo ha sido una carrera de fondo. Su hija, Nuria, padece el ‘síndrome del maullido de gato’, una enfermedad rara que produce minusvalía psíquica. “Das todo para que de verdad estén estimulados y que el día de mañana consigan andar y hablar. Tenía reconocido con la Ley de dependencia una cuantía de 520 euros y ahora estamos cobrando 319”, cuenta.
Recortes del 40% que Marta los remedia trabajando de noche y ayudando a su hija de día. Una madre todoterreno que casi sin ayuda hace todo lo posible sacar adelante a su hija.
Carmen es otra de las madres que es capaz de cualquier cosa por ayudar a su hijo. De hecho, está a punto de perder su casa por avalar un negocio de su hija y, sin embargo, reconoce que “lo volvería a hacer”. “Si le hiciera falta a mi hijo lo pondría igual”, declara.
Su pensión da para que su marido, su hijo en paro y ella puedan sobrevivir. “Lleva trabajando toda la vida y ahora que tendría que estar fuera de todo esto, la mujer sigue luchando por nosotros y haciendo las cosas como Dios manda”, cuenta José María Sánchez, hijo de Carmen.
Emiliano sabe que madre no hay más que una y asegura que la suya “es una luchadora de toda la vida”. Su madre viuda invirtió en preferentes los ahorros de su vida y los perdió. Ahora Mari Cruz pelea por recuperar lo que es suyo y por dejarles a sus hijos la esperanza de un futuro mejor. “Ese dinero es mío, yo no se lo he regalado a nadie, ni nadie me lo ha regalado a mí”, afirma.
Una casa para Pepica
Pepica, con 89 años, perdió su hogar en la DANA: su familia lanza campaña en redes para reconstruir su casa
Su historia El 29 de octubre de 2024, la riada arrasó con la casa de Pepica. Su hijo la salvó abriendo una salida improvisada. Ahora, su familia impulsa un crowdfunding para reconstruir su hogar y recuperar lo perdido.