El incendio de Xàbia y Benitatxell ha dejado coches totalmente calcinados. También, bicicletas destruidas por el fuego. Pero lo peor es que las llamas han llegado hasta muchas casas.
Los vecinos asustados temen que pueda llegar a sus viviendas: "Estamos muy preocupados, porque el fuego va en dirección a mi casa", afirma un vecino. Mientras, los nervios afloran: "Yo tengo tres coches, y si no puedo sacarlos, yo no me voy de aquí", relata otro residente.
La mayoría de vecinos se sienten impotentes: "Para los matorrales secos, una chispa es una bomba", asegura un residente. En total, son ya 1.400 las personas desalojadas, 17 urbanizaciones y en torno a unas 250 viviendas.
Muchos volverán a pasar la noche fuera de casa: "Tanto en el albergue, como en el instituto que tenemos habilitado y también en casas de vecinos que han decido ceder sus viviendas", explica el alcalde Xàbia, José Chulvi.