Locura por conseguir un empleo público. 35.000 personas se presentan a las oposiciones de celador en la Comunidad Valenciana. Hay 200 plazas.

Hace seis años que están convocadas y son multitudinarias porque sólo se exige el graduado escolar. La falta de expectativas, mueve a abogados, enfermeras y todo tipo de licenciados universitarios a probar en el ámbito sanitario.

Tranvías hasta los topes un domingo a las 9 de la mañana en el campus universitario de Valencia. Han madrugado para llegar puntales al examen de una de las oposiciones más demandadas y difíciles.

Todos aspiran a un puesto fijo y un sueldo de unos 1000 euros al mes. Abundan los interinos que llevan años suspirando por un puesto fijo.

Y muchos jóvenes que prueban suerte. De cada 177 personas que se han presentado, solo una conseguirá uno de los ansiados puestos como celador. Ahora, les toca esperar.