Muruan es de Sudán, aficionado al futbol y encantado, asegura, de estar en España: "Me gusta Madrid, toda España". Se atreve incluso a intentarlo con el castellano: "Adiós, hola".

Sami es argelino y se fue a trabajar a Libia y luego estalló la guerra. "Quiero trabajar aquí, quiero quedarme y formar una familia, me gusta España", asegura.

En un centro de Cheste se encuentran 402 hombres, nueve niños y 42 mujeres. "Es clave conseguir recursos necesarios para que ellos puedan tener acceso a un móvil, cargadores...", sostiene Israel Blanco, trabajador social de Cruz Roja.

Muchos de los migrantes del Aquarius han recibido una charla para explicarles cuáles son sus derechos. "Les decimos cómo reaccionar, qué se puede hacer y que no deben aguantar de ninguna manera porque son mujeres que están acostumbradas a no decir que no", apunta Pino Díaz, portavoz de Cruz Roja.

Muchas de las mujeres a bordo del barco Aquarius, según aseguraron médicos que las acompañaron en su viaje, podrían haber sufrido agresiones sexuales. Cuentan que ellas están muy unidas y agradecidas de estar por fin en España. "Les ha cambiado hasta la cara", añade Díaz.

Muchos de los migrantes se trasladarán a diferentes municipios en toda España. Hay 342 ayuntamientos que se han ofrecido pero todavía no se ha decidido cuándo.