El trabajo sexual es la única salida, en muchas ocasiones, para las mujeres trans y migrantes en España, según afirma Fabiana, una mujer transexual mexicana. "Al no tener DNI y al tener una situación irregular, una tiene que comer, pagar sus gastos y seguir obteniendo dinero", defiende, al tiempo que manifiesta que no todas las mujeres transexuales quieren ejercer la prostitución y vivir del trabajo sexual.

En este sentido, Fabiana critica que el sistema les obliga a aceptar esa realidad y que ahora con el confinamiento, la situación para muchas de ellas es todavía más precaria: "No vamos a tener acceso a las distintas ayudas sociales para pagar el alquiler porque no estamos cotizando a la Seguridad social", lamenta.

El 80% sufre exclusión laboral

Por su parte, Niurka Gibaja, mujer trans denuncia que el 80% del colectivo vive en situación de exclusión laboral. "A veces, en las entrevistas, lo que se cuestiona y lo que se pone en riesgo es nuestra identidad", expresa.

En este sentido, Jessie, que prefiere mantenerse en el anonimato, ha sido varias veces víctima de este tipo de discriminación: "He intentado miles de veces entrar a trabajos y por mi aspecto no hay problema, pero cuando ven mi nombre legal siempre se echan para atrás o me ponen excusas", lamenta.

"Estoy desempleada, sin dinero y sin documentación"

A pesar de que le concedieron el permiso de residencia en España, le tocaba renovarlo justo cuando se decretó el estado de alarma, por lo que ahora no puede optar a ninguna prestación. "Estoy desempleada, sin dinero y sin documento y es bastante difícil porque no sé cómo voy a salir adelante con esta situación", expresa Jessie.

Esta exclusión laboral de más de un 80% no atiende a sus capacidades o habilidades, sino que se basa únicamente en la transfobia y xenofobia todavía latente en nuestra sociedad.

Para Fabiana, esta situación les "genera ansiedad". Ella, antes de visibilizarse como mujer trans y venir a España por amenazas de muerte, ejercía como periodista y dedicó toda su vida a defender los derechos humanos que, dice, ahora le están robando.