Directos de Berlín a la Costa del Sol, Reinhard y Úrsula están viviendo unas vacaciones diferentes. No están hospedándose en un hotel, sino en una residencia para mayores. “Esperábamos un hotel normal, como a los que van todos, pero es diferente. Aquí nos sentimos como flotando en una alfombra mágica”, explica Reinhard Faatz, que está de intercambio a los 70 años.

Su compañera Úrsula, de 83 años, también considera que la iniciativa “es genial y hermosa. Es una gran idea”. La residencia en la que se hallan es pionera en la experiencia ‘Linkedage’. Se trata de ofertar intercambios entre residencias de mayores por toda Europa con las coberturas que demanda el colectivo. Esto es, un Erasmus para la tercera edad.

“Nosostros ofrecemos otros servicios adicionales que no tienen los hoteles, como actividades diferentes y atención sanitaria”, explica Tomaz Lorenzetti, fundador del programa de intercambio para mayores.

Por su parte, José Ignacio Navajas, director de marketing del Grupo Sanyres, señala que "quien viene con nosotros, busca algo más de lo que puede encontrar en un hotel". Con esta asistencia sanitaria garantizada ya no hay excusas para no viajar, sea cual sea la edad.

“Cuando tienes 83 años como yo, te gusta tener esto”, señala Úrsula. El pack vacacional cuesta un 30% menos aproximadamente de lo que pagarían en un hotel convencional donde no existe la cobertura sanitaria. Las habitaciones también están adaptadas y cuentan con equipos de teleasistencia.

España es el primer país del mundo que realiza intercambios entre residencias de mayores. En Eslovenia, por ejemplo, han recibido esta semana a una pareja de Barcelona. El programa ‘Linkedage’ pretende exportarse a todos los lugares del mundo.