Rocío Martín Díez, abogada, esposa y mamá de Candela, estaba embarazada de su segundo hijo cuando los médicos le informaron de que el niño venía con seis lesiones cerebrales distintas y de que era "uno de los casos más negros que habían visto".

Ahora, cuando Felipón ha cumplido cuatro años, publica 'El regalo', un libro en el que cuenta la experiencia y cómo su segundo hijo ha llegado a su vida para cambiarle y para enseñarle a ser feliz.

"Cuando a mí me lo dijeron (en la semana 20 del embarazo) tuve tiempo para pensar y fue un periodo de incertidumbre muy grande, los médicos te recomiendan una serie de cosas, todo el mundo te da su opinión y tú no sabes qué va a pasar. La visión de los médicos no me hacía muy feliz y si te metes en Internet te encuentras con padres asustados con experiencias negativas. No era lo que buscaba, necesitaba una visión objetiva y global".

Pese a los pronósticos, Felipón "está a punto de andar, dice ya muchas palabras y se ríe sin parar" y en la actualidad ya no tiene crisis epilépticas ni bronquiolitis y le ha desaparecido "la mayor parte de su hipotonía".

Según Rocío, una de las cuestiones más importantes para ayudar al niño es que la madre, en primer lugar, esté bien consigo misma. "Si una madre está bien es capaz de saber qué terapia le conviene a su hijo, le da felicidad, no le exige mejorar más rápido de lo que él puede, transmite felicidad y alegría a su alrededor", asegura.