Enferma de diabetes y con un trastorno bipolar Margarita lleva un año y medio sin asistencia sanitaria. Vive en España desde hace 11 años y su situación es legal. Pero a pesar de sus graves problemas de salud no tiene tarjeta sanitaria.
Margarita Polo, su hija, quien tiene nacionalidad española, cuenta que su madre logró la tarjeta de residencia por reagrupación familiar pero según una esolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social, lo hizo demasiado tarde.
El organismo argumenta que Margarita, sin un seguro médico privado, no cumple los requisitos para obtener la residencia. Pero un juzgado de Burgos ha fallado que conceder la residencia no es competencia suya, sino de extranjería.
Al igual que Margarita, Gina también vive una situación similar. Tiene a su cargo a sus padres, los dos con residencia permanente, pero no con asistencia médica.
“Dos veces al año les revisaban por ser mayores, por tener Alzheimer y ya no les revisan. Ya no les ven”, expresa Gina. Las ONGS denuncian que hay otros muchos casos similares que ni siquiera salen a la luz porque las familias no llegan a recurrir.