Una estudiante de medicina de 21 años ha fallecido tras ser echada del autobús durante la madrugada, cuando en el exterior se estaba a -20ºC, por no tener dinero suficiente para pagar el billete, que costaba unos 78 céntimos. Se trata de Iryna Dvoretska, la joven iba a visitar a su madre enferma al hospital, pero el conductor del autobús la echó del vehículo porque no llevaba dinero encima con el que poder pagar.

Se cree que Iryna caminó a oscuras e intento tomar un atajo a través del bosque, la joven aparentemente se perdió y tropezó con un hoyo, donde murió congelada. Fue encontrada por su padre en un remoto bosque de Olevsk, al norte de Ucrania, dos días después de su desaparición. El informe del forense ha determinado que murió de hipotermia.

La hermana de Iryna ha contado que su madre sufría pulmonía y su salud comenzó a empeorar. "Iryna quiso coger el primer autobús hacia Olevsk. Tenía prisa y olvidó su cartera", ha contado en el diario británico Mirror. Se ha abierto una investigación por la que el conductor del autobús podría enfrentarse a una pena de hasta cinco años de prisión.