Ni erupción, ni picadura: es la última excentricidad de Kim Kardashian, un supuesto collar bajo su piel. En Internet ocasionado incredulidad, repulsión, fascinación ante esta novedosa estética alienígena.

Pero aquí no es oro todo lo que resalta, ya no lo lleva porque era simple maquillaje, parte de una exposición en la que imaginan un futuro con cuernos en los hombros, un cuelo plegado a prueba de corbatas, o un escote poblado de plumas. Pero, ¿se podría hacer?

"Lo podríamos realizar realizando incisiones a través de la piel y colocando implantes que busquen aumentar el espacio bajo la piel. Porque si lo intentamos colocar de una vez, la piel se va a romper", cuenta Nikolaos Antoniadis, cirujano plástico estético.

"Aquí lo que veo es una prótesis adherida al cuerpo", explica Alex, que tiene prótesis adheridas a su piel, y que sabe que en el cuello no se puede. "El cuello sería imposible de realizar, por las articulaciones y todo el sistema linfático", añade.

De momento, si quieren algo parecido a lo de la Kardashian, tendrán que tirar de imaginación.