Aún en Shock, Cristal cuenta cómo fue la agresión. "Nos tiraron piedras, y yo corrí y me quité los zapatos, pero les veía con ganas de hacer algo, de matarme", relata.

Sigue conmocionada, pero no olvida. "Fue horrible para mí. Con un hierro me daban en la cabeza, y yo les decía 'por favor, no'. Y después me chorreaba sangre de la cabeza", concluye.

Cristal ya ha sido dada de alta por las heridas, pero tardará tiempo en recuperarse psicológicamente de esta brutal agresión que sucedió en el polígono industrial Guadalorce, en Málaga.

Los agresores de Cristal son cuatro chicos de entre 17 y 18 años. Después de darle una brutal paliza aprovecharon para robarle el bolso. Alguien avisó a la policía y les interceptaron después de una persecuación.

"Además del delito de robo con violencia, del delito de desobediencia y resistencia a la autoridad, se les imputa un delito de odio, explica Víctor Fernández, portavoz de la Policía Nacional.

Por si no fuera poco, también les han atribuido un delito contra la seguridad vial, ya que el conductor no tiene carné. StopLGBTfobia ha dado a conocer estos hechos en la Fiscalía especializada en delitos de odio. Se plantean presentarse como acusación particular en el futuro juicio de los jóvenes.

Según el observatorio LGTB, menos de la mitad de las transexuales denuncian las agresiones de las que han sido víctimas.