Una rama soporta el peso de otra, completamente quebrada sobre ella. Esta vez, el crujido avisó a los madrileños que paseaban por el Retiro.

Pero en el mes de junio, un hombre de 38 años no lo pudo evitar, murió golpeado por otra rama. La semana pasada, llegó la segunda víctima. El problema, que esto se repite casi a diario en Madrid.

El último, en la plaza de Cascorro. Aún así, según el Ayuntamiento, éste es el año con menos incidentes. 230 frente a los 277 del año anterior. Aunque hay que sumar una rama frente a la Biblioteca Nacional o las dos que se desplomaron este martes frente a un colegio.

La causa, insisten los sindicatos, es la falta de mantenimiento. "Las copas se van a agrandando y al agranarse el peso de esa copa lo que hace es que venza el árbol" indica Juan Manuel Moncayo, direccion sectorial de limpieza UGT.

"Las ramas tienen mucho peso, y es cuando empiezan a tener carencias cuando empiezan a caerse" dice Daniel Palomo, gerente de podasytalas.com. Pero Madrid no es el único lugar donde lo sufren. Un ciclista resultó herido leve en Valencia.