Han tenido que pasar ocho años para que dejen de ser los olvidados. Su plaza está llena, aunque este lluvioso tres de julio tenga poco que ver con aquel de 2006 que cambió sus vidas. Ahora se sienten arropados, pero no siempre fue así.

Santi perdió a su padre en el siniestro, Maribel a su hija. Lamentan el silencio que siguió al accidente, la conclusión política y judicial se amarró al exceso de velocidad y no se depuraron responsabilidades a pesar de la magnitud del siniestro.

El programa de Salvados ‘Los Olvidados’ le dio nuevos bríos a su causa. Sus concentraciones se hicieron multitudinarias y el caso se ha reabierto en los tribunales. Precisamente ocho años después se ha celebrado un minuto de silencio en las cortes. La oposición pide que se haga justicia de una vez.