La Comunidad de Madrid va a clonar árboles centenarios y singulares de la región que hayan sido derribados por el paso del temporal Filomena, con el objetivo de recuperar y restablecer el patrimonio vegetal perdido durante la borrasca.

Así lo ha explicado la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín: "Con este procedimiento, que se llevará a cabo en los viveros de El Escorial y La Isla (Arganda del Rey), el Ejecutivo regional garantiza la reproducción de estos ejemplares, llegando a obtener, en algunos casos, duplicados exactos y de mayor calidad que sus originales, y evitando su desaparición”.

La consejera ha hecho este anuncio durante su visita al Parque Antonio Machado, en el municipio de Coslada, donde se encuentra un olmo centenario catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid, y uno de los ejemplares afectados por el temporal que se clonará con el nuevo protocolo.

Este olmo cuenta con una altura de 25 metros y una edad aproximada de 100 años. Martín ha explicado que este proyecto servirá para la “restauración ecológica de los sistemas silvestres de nuestra región dañados por la nieve caída, de forma que se producirá planta suficiente con la que, además, recuperar el patrimonio verde de la región”.

ADN frente a las borrascas

“Se podrá recoger ADN vegetal para su custodia y, así, preservarlo ante posibles eventos climáticos adversos como el que hemos vivido”, ha añadido.

La titular de Medio Ambiente ha señalado que, en algunos casos y dependiendo de la especie, “habrá planta en el plazo de un año”, así como que ésta “se pondrá a disposición de los ayuntamientos que hayan informado de daños en algún ejemplar especialmente significativo, para su posterior traslado del vivero al campo”.

La Comunidad de Madrid cuenta con 283 árboles singulares catalogados, entre los que se encuentran tejos, encinas, robles, alcornoques, pinos o chopos, entre otras especies.

Aunque la clonación de planta autóctona es un procedimiento que lleva realizando la Comunidad desde hace varios años, con motivo del paso de la borrasca Filomena por los montes madrileños, los técnicos de la región han elaborado un protocolo específico para las circunstancias actuales.

A través de semillas y esquejes

Este protocolo consta de varias fases. La primera de ellas es la recopilación de la información sobre el número y el tipo de árboles catalogados como singulares por la Comunidad de Madrid, que han sufrido daños, o bien, de aquellos que, sin estar catalogados, tienen una especial relevancia para los municipios de la región, y merece la pena conservar.

Para llevar a cabo esta recogida de datos, los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad se pondrán en contacto con los ayuntamientos, con los agentes forestales y con el área de Protección de Fauna y Flora de la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales.

La segunda fase pasa por contrastar la información recogida con la base de datos del banco de germoplasma existente, por si alguno de los ejemplares detectado ya estuviera clonado a partir de trabajos anteriores.

Terminada esta parte, en la tercera fase, varios equipos procederán a la recogida del material vegetal necesario para la reproducción de la planta, para lo cual, se desplazarán a los diferentes lugares donde se encuentren los árboles a clonar.

Una vez allí, recogerán semillas –siempre que se trate de ejemplares de especies cuya maduración de frutos se produzca en invierno–, y un total de 50 estaquillas (ramas) de unos 20 centímetros de longitud por cada ejemplar.

Con el material adecuado, los técnicos comenzarán la regeneración clonal propiamente dicha, a través de técnicas tradicionales de propagación vegetativa, como es el caso del denominado estaquillado o esquejado.

En un primer paso, se preparará el esqueje hasta lograr su enraizamiento y, una vez obtenida la raíz, estos descendientes pasarán a crecer en vivero. De allí, una vez alcancen el tamaño adecuado, se trasladarán al campo donde serán identificados y clasificados