Tapiada y cubierta con una lona, así ha quedado la entrada a la iglesia de Guillena, en Sevilla. Dos encapuchados tiraron abajo la puerta de madera maciza de seis metros de altura. Lo hicieron estrellando un coche contra ella, por eso los operarios del Ayuntamiento improvisaban un cierre a toda prisa.
Los ladrones buscaban las corona de la Virgen de la Granada y la del niño. Para arrancárselas, tuvieron que forcejear con las imágenes. El niño se llevó la peor parte. Le provocaron graves daños a la altura de la cabeza. Se trata de dos tallas del siglo XVIII, sus coronas no tienen un alto valor económico pero si sentimental.
La Virgen de la Granada se mostraba así después de sobrevivir al robo: con el dedo pegado y la corona de repuesto. Mientras la Guardia Civil investiga el caso.
Ya han encontrado el vehículo con el que se llevó a cabo el alunizaje. Había sido robado horas antes en un pueblo cercano. Además los ladrones utilizaron inhibidores para evitar que saltaran las alarmas. De momento, ninguno de ellos ha sido detenidos.