El ayuntamiento de Barcelona y la Sarab han firmado un acuerdo de ocho años para ayudar al alquiler social y la rehabilitación de viviendas.

Tras el aviso de deshaucio de su piso en Hospitalet, Marcos y su familia no vieron otra alternativa que ocupar desde agosto un piso de Barcelona. "Cuando yo estaba viviendo allí me quitaron la carga familiar y me quedé sin fondo" explica Marcos.

Desde febrero, varias familias sin casa ocupan un edificio que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha ayudado a adecuar. El bloque pertenece a la Sareb, el llamado banco malo, que acaba de firmar un convenio para ceder 200 pisos al ayuntamiento de Barcelona.

"Nosotros siempre hemos dicho que las entidades financieras sobre todo aquellas que reciben recursos públicos y tienen en sus manos viviendas, deberían destinar estas a un uso social, que es lo que establece la legislación vigente, y más en una situación de emergencia social", detalla Gerardo Pisarello, primer teniente alcalde del ayuntamiento de Barcelona.

Fue una de sus promesas electorales, por eso, presionó al banco malo con llevarlo a los tribunales si no cedía pisos. La mitad de esas viviendas están ocupadas ilegalmente, como es el caso de Marcos, peor el resto están vacías.

Para la PAH es un paso, pero todavía es insuficiente. Así lo señala Carlos Macías, uno de los miembros de PAH, "Celebramos que no solo se queden aquí, sino que anuncian que van a aplicar la ley 24/2015 que es la que ha hecho posible esta cesión obligatoria".

50 pisos ya han sido entregados, el resto,  en los primeros meses del año que viene. Marcos, espera ser uno de ellos y poder así regularizar su situación.