La mascarilla que ha lucido este viernes en el pleno del Ayuntamiento la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no ha pasado desapercibida. Y es que la primera edil barcelonesa ha escogido una mascarilla con los colores de la bandera republicana, coincidiendo con la restitución de la imagen del rey al Consistorio por orden judicial.

La alcaldesa, sin embargo, ha desvinculado su elección de mascarilla de este hecho, afirmando que es por las declaraciones del exministro Ignacio Camuñas, que el pasado lunes llegó a afirmar que el alzamiento militar de 1936 "no fue un golpe de Estado".

En cualquier caso, la imagen del monarca ha regresado hoy al Ayuntamiento, seis años después de que el equipo de Colau retirase el retrato de Juan Carlos I. Ahora, tras la sentencia del Tribunal Supremo que confirma que la imagen del jefe del Estado debe estar en los Ayuntamientos, un retrato de pequeño tamaño de Felipe VI cuelga en una pared lateral del salón de plenos.

Sobre este cambio se ha pronunciado la alcaldesa al principio del pleno, aclarando que el "cambio en la simbología" obedece a un "imperativo legal". "Ha aparecido la imagen del monarca a raíz de una sentencia que obliga a todos los ayuntamientos a que esta imagen esté en los plenos municipales", ha indicado Colau, que se ha mostrado "orgullosa de haber abierto el debate" sobre este tema y de haber retirado el busto del emérito.

Así, aunque ha indicado que la efigie de Felipe VI se ha colocado en la sala "para no comprometer" la institución ni a los funcionarios públicos, ha asegurado que la de Juan Carlos I "no volverá nunca más". "Aquel busto no tenía que estar presidiendo este consejo plenario porque era de un rey emérito y, además, porque es un corrupto confeso que está actualmente fugado en una dictadura árabe", ha sentenciado.