Un escándalo para la Asociación Unificada de la Guardia Civil, cuando la mayoría de los agentes que solicitan una vivienda del cuerpo está en lista de espera. "Hay que tener en cuenta que somos un cuerpo de 75.000 miembros y sólo hay 34.000 viviendas", explicó en El Objetivo el portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, Juan Fernández.

Además, es algo irregular según la ley, que sólo autoriza a tres civiles a vivir en casas de la Guardia civil: el director del cuerpo, el subdirector general y el jefe del gabinete técnico. Como al parecer la vivienda no está en buen estado, la propia Guardia Civil ha autorizado una reforma de más de 50.000 euros públicos para adecentarla. Entre otros, hay gastos de 4.000 euros en tarima flotante o más de 2.000 en un frente de armario.

El sindicato de la Guardia Civil lo considera un agravio comparativo. La mayoría de los agentes paga de su bolsillo ese tipo de reformas. "Sale del bolsillo de los agentes, que pagan reformas en una vivienda que no es suya", criticó Fernández en el programa de Ana Pastor. De momento, nadie ha dado explicaciones. Ni el propio Gregorio Serrano, ni su jefe, el ministro del Interior, que dice que no sabe nada pero que no hay nada ilegal.

"Primero, no creo que se haya adjudicado una vivienda de manera ilegal; en segundo lugar, desconozco de qué se trata la reforma que se haya podido hacer. He pedido toda la información", ha asegurado ante los medios el titular de Interior.

Lo más parecido a una explicación es una nota que Interior envió a El Objetivo en la que el propio Serrano autoriza a la benemérita a utilizar unas instalaciones de la DGT a cambio de una vivienda para su Dirección General. Desde la DGT se desmarcan de las obras y aseguran que no tienen constancia de que la permuta se haya formalizado.