La contabilidad B, los pagos en dinero negro del Partido Popular, están cada vez más claros para el juez Ruz que en su último auto confirma, a nivel indiciario una cierta corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo, al margen de la contabilidad remitida por el Partido Popular al Tribunal de Cuentas.
En el mismo auto, Pablo Ruz cita como imputados a Cristóbal Paez, el hombre que sustituyó a Luis Barcenas en la gerencia del partido y al arquitecto Gonzalo Urquijo, dado que esa contabilidad B que señala el juez.
Habría sido utilizada en el caso para atender a determinados pagos al arquitecto y responsable de la empresa UNIFICA encargada entre los años 2005 y 2011 de la ejecución de diversas obras.
El registro de la sede de Unifica del pasado 27 de septiembre permitió a la policia encontrar facturas y documentos relacionados con unas obras que costaron 888.000 euros.
Pagos que no se habrían reflejado ni en la facturación ni en la contabilidad oficial, sino en la contabilidad paralela o 'B' llevada en el seno de la citada formación y de la que eran presuntos encargados los imputados Luis Bárcenas Gutiérrez y Álvaro Lapuerta Quintero.
Ahora Urquijo y Paez les acompañarán como imputados. Los indicios que maneja el juez podrían acreditar la existencia de uno o varios delitos contra la Hacienda Pública cuya responsabilidad final alcanzaría a Gonzalo Urquijo al propio Bárcenas y a Cristóbal Paez. Paez tendría que volver a declarar contra el que fuera su gran amigo. Algo que el pasado mes de septiembre le costó sudor y no sabemos si lágrimas.
Entonces, señaló a Bárcenas como el responsable de la contabilidad del Partido, fuera cual fuera su cargo dentro del mismo. El departamento de tesorería interna siempre, siempre, siempre dependió de Barcenas, fuera gerente o fuera tesorero.
Y también contó como una amistad, que le llevó incluso a llevar el divorcio de Bárcenas con su primera mujer, fue deteriorándose por la aparición de la enemiga acérrima del extesorero.