Eduardo Madina se sabe protagonista después de ganar el pulso y forzar el debate de 'un militante un voto'. Mientras Rubalcaba ya ha tanteado a las federaciones, Madina se empeña en desterrar la idea de pactos internos: "A mí que no me apoyen, que apoyen a los militantes".
Al líder saliente la idea no le suena mal, pero pone condiciones: que estén de acuerdo todos los líderes regionales del partido, y que sea posible según las normas del PSOE. Porque algunos socialistas, como Barreda, critican abiertamente la gestión que Rubalcaba ha hecho del batacazo electoral.
En las quinielas socialistas siempre ha habido otra fija. Carmen Chacón insiste: primero las primarias: "La respuesta no puede ser ensimismarnos".
Esa carrera hacia aún no se sabe qué tiene ya su primera baja, Patxi López. "Yo estoy aquí para ayudar, no para competir", ha señalado. Y otros, como Pedro Sánchez, que quieren estar, aunque antes consultarán.
Susana Díaz está también en boca de todos. Griñán, su padrino político prefiere no decir si la presidenta de la Junta optará también a dirigir el PSOE: "No digo ni que sí ni que no".
El presidente del partido tampoco descarta ya la opción de que más de 200.000 militantes elijan al secretario general. Es la fórmula gallega: consultar a los militantes y que el congreso de julio ratifique al elegido.