Rubalcaba quería un debate amistoso, pero ha terminado arrepintiéndose. Sobre su intervención ha afirmado que no ha estado "fino".

Se ha llevado dos ganchos de derechas a cuenta de la herencia recibida protagonizados por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. 

El candidato a las elecciones europeas del Partido Popular, Miguel Arias Cañete, ha librado 'el maratón del beso', igual que María Dolores de Cospedal. 

Todo vuelve a seguir el transcurso normal y los candidatos buscan su disfraz perfecto. El PSOE rastea en una lencería y el PP se decanta por el traje de peón agrícola.

Todo el mundo hace lo que mejor sabe: Arias Cañete se pega un atracón y Cospedal se pone a prueba con un trabalenguas marca de la casa: "lo que es de todos lo tenemos que defender entre todos y si entre todos no hablamos bien de lo que estamos haciendo entre todos..." Así es la campaña vista en diferido.