El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho una cerrada defensa de las diputaciones provinciales y ha acusado al PSOE y a Ciudadanos de sumarse ahora a las tesis de los nacionalistas para eliminarlas.
El jefe del Ejecutivo en funciones ha señalado que él puede entender que los nacionalistas pidan la supresión de las diputaciones porque "está en sus genes, está en su historia y tampoco les gusta España".
"Lo que no entiendo es que el PSOE y Ciudadanos se sumen ahora a las posiciones de los nacionalistas", ha subrayado antes de mostrar la contradicción que supone para los socialistas que hayan apoyado iniciativas a favor de las diputaciones en dieciséis instituciones de este tipo y en otras diez hayan votado en contra.
Frente a quienes lo ponen en duda, ha defendido el papel de las diputaciones y ha enumerado una serie de razones. Entre ellas, que el PP quiere garantizar que los quince millones de personas que viven en el mundo rural tengan los mismos derechos que quienes viven en núcleos urbanos, y evitar la despoblación de municipios.
Además, ha asegurado que las diputaciones vertebran el territorio nacional y prestan los servicios públicos necesarios en los pequeños municipios. El presidente ha explicado las funciones de las diputaciones y ha destacado entre ellas el hecho de que presten asistencia jurídica, económica y técnica a los ayuntamientos.