Tensión y golpes en plena manifestaicón. En esta ocasión son los periodistas los que reciben las agresiones. Gabriel Pecot, fotógrafo, asegura que sólo quería grabar la imagen de una detención, pero la Policía se revolvió contra ellos.
Lo mismo le sucedió a Mario Munera, trabaja para una agencia de noticias. Lleva su acreditación de prensa colgada del cuello, pero recibió golpes por parte de un policía.
La Policía Nacional asegura que el agente que pegó a los periodistas lo hizo porque se sintió amenazado. Cargó contra ellos porque los periodistas, dicen, no llevaban un chaleco de identificación, un complemento que según las asociaciones no es obligatorio llevar en las manifestaciones.
Los periodistas denuncian golpes y un trato humillante contra la prensa. Sin embargo, desde los sindicatos de policía aseguran que las detenciones que llevaron a cabo fueron legales. Los periodistas denuncian la violencia con la que se cargó contra ellos, cuando lo único que hacían era informar.