"La gente no quiere monsergas, no quiere debates, no le importa quién preside el Senado, si es Iceta o Batet, lo que quiere es empleo", ha afirmado Pablo Casado.

Arrimadas, por su parte, critica la decisión. Asegura que es un "premio" de Sánchez a los que no creen en la unidad de España. "Premia a Batet, a una persona que votó a favor del referéndum de separación".

Sin embargo, desde el Gobierno reclaman la abstención de Ciudadanos para mantener a Sánchez en La Moncloa porque aseguran: "No queremos depender de los independentistas, prefiero confiar en la abstención de Ciudadanos", ha manifestado José Luis Ábalos.

Mientras, Abascal, que este viernes se ha hecho la primera foto con todos sus diputados en el Congreso, cree que no tener representación en la mesa responde a una estrategia de "todos contra Vox" que, dice, tendrá consecuencias políticas y apunta al PP: "Algunos de los que están convencidos de que nos tienen que vetar y que tienen que impedir que tengamos representación son aquellos que nos pedirán apoyo para los Presupuestos en Andalucía y nos pedirán apoyo para la investidura en algunos ayuntamientos y comunidades autónomas", ha manifestado el líder de Vox.

Tras el veto a Iceta del independentismo, desde JxCat no entran a cuestionar los nuevos nombres y esperarán, dicen, a los hechos. "Nos remitiremos a su manera de hacer", ha indicado la diputada Laura Borràs. Ahora, aseguran, lo primordial es encontrar a alguien con actitud dialogante.