Las actas en favor de la consulta cruzan la plaza de Sant Jaume. Ante una guardia urbana vestida de gala, los alcaldes se dirigen al encuentro de Artur Mas que les recibe con honores en el patio del palau de la Generalitat, donde no cabe ni un alfiler.
Exhibición de poderío y acto solemne en el que el president ha querido insuflar fuerza a sus alacaldes. "Topamos con un Estado que como veis se comporta con una norma de intolerancia y hostilidad y no lo conseguirán" dice Mas.
Con una cuidada puesta en escena, los corregidores que han intervenido lo han hecho para dejar claro que Mas no está solo y que, según Xavier Trias, el mundo les escuha.
La misión que el gobierno vea que son una piña, alcaldes y diputados. También habló el president ayer tras el encuentro con los grupos parlamentarios proconsulta. Ocho horas de reunión, con una conclusión: continuan juntos y hacia delante.
Artur Mas: "Ha ido bien, vamos adelante, iremos adelante y lo haremos juntos. Ésta es una gran parte de nuestra fuerza". Hacia delante, pero lo que el president sigue sin concretar es cómo lo harán