El objetivo de Bárcenas es desmontar a un
Francisco Correa que, según él, actúa despechado por su pérdida de influencia
en el PP: "Como él mismo declaró, se enfadó porque creía que la gente del
partido le perjudicaba".
Asegura que jamás
influyó en ninguna adjudicación porque no tenía capacidad: "Un senador no tiene
capacidad de contratación pública, y si un senador pinta muy poco, un gerente
no pinta nada". Es más, dice que si un don nadie como él lo hubiese intentado, se
hubiesen reído de él: "Si el gerente llama para presionar se hubiesen reído de
mí. Los políticos son muy especiales".
Bárcenas ha tirado
incluso de la contabilidad B del propio Correa para intentar demostrar que Don
Vito miente: "El señor correa habría recibido 12 millones de euros de los que
sólo uno habría llegado a L.B.".