Al tiempo que Rajoy avisa que el Estado no va a dar nada a cambio en el desarme de ETA, los autoproclamados 'mediadores' piden que se les "dé garantías" de que pueden actuar como interlocutores sin consecuencias: "Los estados no van a discutir con ETA. Los estados van a discutir con nosotros" ha defendido Michel Berhocoirigoin, miembro de la sociedad civil por la Paz.

En un foro que llaman de la paz en la ciudad francesa de Biarritz, han reclamado al gobierno galo negociar las condiciones técnicas para el desarme: "Lo normal hubiera sido que el gobierno francés hubiera llevado a cabo este desarme" ha defendido Jean-Noël Etcheberry, miembro de la sociedad civil por la Paz.

La izquierda abertazale, en boca del portavoz de Bildu, también coloca la pelota en tejado francés: "Espero que por la parte del Gobierno francés no haya obstáculos y que sea un desarme total". El 8 de abril, dicen, escenificarán en un acto masivo este paso de la banda terrorista, algo que desde el ministerio del interior no es suficiente: "Lo que hay que hacer es disolución total de ETA".

Según algunos medios, el Elíseo apoyaría la postura de España y no cambiará su política antiterrorista. Para las víctimas el anuncio del desarme no es más que una operación de propaganda: "Ver un circo mediático de decenas de personas en romería que van de un zulo a otro como si fuera una búsqueda del tesoro o una yincana abriría las carnes a mucha gente y hay algo que no tenemos que olvidar: hay mucha impunidad acumulada" ha defendido Maite Pagazaurtundua, expresidenta de la fundación de Víctimas del Terrorismo.

Se calcula que ETA tendría unas 100 armas y unas dos toneladas de explosivos ocultos en zulos, la mayoría en territorio francés. Desde la lucha antiterrorista temen que la banda no entregue el armamento usado en asesinatos y atentados. Hay todavía unos 300 crímenes sin esclarecer, el 40% de los cometidos en 50 años de actividad armada.