Tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo, pasaron de puntillas ayer junto al elefante en la habitación que protagonizó, con su escasa presencia, el debate entre ambos en el Senado. La renovación del Consejo General del Poder Judicial, bloqueada desde hace cuatro años por el bloqueo del PP y agravada por la dimisión la semana pasada de su presidente, avanza a buen ritmo. Y el ejemplo fue que ayer, salvo una intervención de Sánchez, el tema no saltó a la palestra.

"Creo que es importante que lo dejemos a un lado", dijo Sánchez desde la tribuna de la Cámara alta en su segundo debate parlamentario con Feijóo, que no es diputado, y donde rebajó el tono con respecto a su anterior encontronazo parlamentario. El líder del Ejecutivo lleva cuatro años -los mismos que el PP lleva bloqueando la renovación del CGPJ con las más variadas excusas- acusando al principal partido de la oposición de incumplir con la Constitución. Algo por lo que ayer no increpó a los populares.

Si no se cierra ahora, no se va a cerrar nunca, indican fuentes populares a laSexta, que señalaron -informa Ángela Vera- que solo queda "un punto" por cerrar en la negociación. "Se está avanzando como no se había avanzado antes", ha apuntado en las últimas horas el 'número tres' del PP, el coordinador general Elías Bendodo. "Espero que más pronto que tarde se pueda llegar a un acuerdo", ha confiado.

Desde el Gobierno se felicitan por que el cara a cara de ayer, donde ambos líderes chocaron con sus modelos económicos, no haya provocado la ruptura de puentes con la oposición. De hecho, si en su primer lance parlamentario el pasado septiembre Sánchez fue al ataque para desgastar a Feijóo -aún resuena en el Senado la machachona pregunta de "¿Insolvencia o mala fe?"-, en el encuentro de ayer se cambiaron los papeles, con un presidente más conciliador que intentó vender su figura de hombre de Estado frente al jefe de filas popular, que salió a la ofensiva desde el primer momento.

"Hasta que no esté firmado por las dos partes no podemos levantar las campanas al vuelo", ha dicho, cauta, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, en una entrevista en TVE. "Yo le pido al PP sentido de Estado y cumplimientos de la voluntad constitucional de la que nunca tenía que haber alejado", ha expresado.

En cualquier caso, la dimisión de Carlos Lesmes, hasta el pasado lunes presidente del CGPJ, ha acelerado unas negociaciones que estaban atascadas hasta las tres horas de reunión entre los líderes del Gobierno y la oposición. La crisis constitucional está llevando al extremo al Poder Judicial, que lleva un año sin poder hacer nombramientos y que ha originado una bicefalia a los mandos. Ayer, pocas horas antes de la foto del Senado, se produjo otra más relevante incluso: por primera vez coincidieron el presidente del Tribunal Supremo, Francisco Marín, y el del CGPJ, Rafael Mozo. Ambos lideran sus órganos de forma interina a la espera, por lo que parece en pocos días, de que Feijóo y Sánchez sellen la renovación del tercer poder del Estado.