Según la Ley de transitoriedad que presentó el Govern, la integración de los funcionarios será automática, manteniendo trabajo y sueldo y tendrán que tener la nacionalidad catalana. Eso sí, podrían renunciar a esta integración.
El presidente de la Generalitat ejercería a la vez de jefe de Estado y los impuestos los pasaría a cobrar la Generalitat.
Hay otro aspecto que preocupa: la ley fija un poder judicial propio. Los tres poderes del Estado se ejecutarían a partir de instituciones ya operativas o directamente a partir de la creación de nuevos órganos.
Respecto a la seguridad, las funciones del ejército quedarían anuladas en Cataluña. Pero para todo esto, antes hay que llegar al 1 de Octubre y que gane el 'sí'.