En el juicio, que se celebrará en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, el fiscal pedirá condenar a 95 años y 5 meses de cárcel a Gogeaskoetxea, considerado uno de los máximos responsables del aparato 'militar' y 'logístico' de ETA cuando se produjo su detención en Cambridge (Reino Unido) en 2011.
Según el escrito de acusación, Gogeaskoetxea constituyó en 1996 el comando Katu junto al ya condenado por estos hechos Kepa Arronategi. Ambos, relata el fiscal, recibieron la instrucción de matar al Rey con ocasión de la inauguración del museo Guggenheim en Bilbao el 13 octubre de 1997, "siempre y cuando ello no implicara el riesgo de afectar a personas ajenas al aparato del Estado, en cuyo caso se limitarían a atacar el museo".
Para ello, el acusado recibió material explosivo y armamento de ETA para preparar tres grandes jardineras a las que, junto Arronategi, introdujeron cuatro tubos de PVC en cada una de ellas y una granada autopropulsada Mekar de calibre 83, cuya carga estaba constituida por pólvora negra y podían ser activadas por radiocontrol.
El plan, señala el escrito, consistía en colocar los maceteros para ser lanzadas en dirección a las escaleras de acceso a la entrada principal del museo y "dadas las características de estas granadas, habrían perforado las paredes del museo, accediendo a su interior".
El 13 de octubre, los dos etarras cargaron las jardineras en una furgoneta a la que cambiaron las placas de matrícula y se dirigieron hasta las inmediaciones del museo. Sobre las 16.00 horas, tras descargar uno de los maceteros, haciéndose pasar por empleados de jardinería, fueron sorprendidos por dos ertzainas y cuando trataban de comprobar la matrícula.
"El acusado de forma sorpresiva y sin dejar a su víctima capacidad de reacción" disparó al agente José María Aguirre Larraona en el tórax desde una distancia de un metro ocasionándole la muerte.
Gogeaskoetxea emprendió entonces su huida y en la calle Henao obligó a un conductor a punta de pistola a llevarle hasta las inmediaciones de la estación de metro de Sarriko, donde encañonó a otro conductor para que le trasladara al Hospital de Usansolo, en Galdakao.
Allí obligó a una conductora a apearse de su coche y huyó en él hasta Arrasate-Mondragón, mientras que Arronategi fue detenido por la Policía Municipal. En el interior de la furgoneta fueron encontradas las otros dos jardineras, además de un dispositivo lanzagranadas con diez granadas anticarro, dos granadas antipersona, un subfusil y cargadores.
En un caserío propiedad de Arronategi en Ea (Vizcaya) se hallaron también granadas, detonadores, cartuchos, temporizadores, otra jardinera con tubos de cartón, amosal, un fusil y una escopeta, entre otros objetos.