La Fiscal de Sala contra la violencia sobre la mujer, Teresa Peramato, ha enviado este miércoles un escrito a los fiscales delegados de Violencia de Género de toda España para coordinar actuaciones destinadas a mejorar la protección de las víctimas de violencia de género.

En concreto, Peramato insta a los y las fiscales a solicitar medidas cautelares para reducir el riesgo para las mujeres y sus hijos e hijas, aun cuando las víctimas no las soliciten.

Además, les reclama que pidan la instalación de dispositivos telemáticos, cuando no se solicite la prisión provisional, en situaciones de "riesgo extremo", "alto" o "medio de especial relevancia".

Se trata así de impulsar acciones coordinadas para mejorar la protección de las víctimas de violencia de género.

Las asociaciones de mujeres piden que se las tenga en cuenta

Esas medidas se sumarán a las que salgan de la reunión que ha convocado Interior con los cuerpos policiales. En esa reunión, las asociaciones de mujeres han pedido que se las tenga en cuenta, porque ellas están también sobre el terreno y conocen de primera mano los problemas a los que se enfrentan las víctimas.

Así, más de 40 organizaciones feministas han presentado hoy un comunicado conjunto en el que alertan de la "gravedad" de las cifras de mujeres asesinadas y exigen una mejora de los sistemas de valoración del riesgo de violencia machista, porque, a su parecer, "están fallando".

"Una de las cosas que está fallando clarísimamente es la valoración del riesgo que presentan las víctimas", ha aseverado la presidenta de Fundación Mujeres, Elena Valenciano, quien ha explicado que en ocasiones estas mujeres tienen "debilitada" su capacidad de decidir y actuar, por lo que "es muy difícil para ellas medir el riesgo que realmente corren".

Coincide con ella Ángela Alemany, de la Asociación de Mujeres juristas Themis, quien apunta que a veces son ellas mismas las que "no quieren reconocerse como víctimas de violencia de género", por lo que "son los profesionales que las atienden los que tienen que actuar" y "no minimizar las situaciones".

No obstante, las organizaciones reconocen que "las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado están haciendo una gran tarea", aunque reclaman "más medios técnicos y humanos", inversión y una "evaluación de las políticas para saber cuando se acierta y cuando no".

Más allá de la revisión de los protocolos y sistemas de la lucha contra la violencia machista, la directora de Fundación Mujeres, Marisa Soleto, también ha hecho hincapié en la necesidad de "no dejar espacio al negacionismo".

Igualdad reconoce su "absoluta preocupación"

La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha reconocido este miércoles su "absoluta preocupación" por el repunte de crímenes machistas y ha valorado la propuesta de Interior de alertar a las mujeres que conviven con agresores reincidentes, aunque ha advertido de que en la lucha contra la violencia de género "no hay varitas mágicas".

En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Efe, Montero ha asegurado que mientras haya un solo asesinato "tenemos que estar alerta para detectar los fallos y las necesidades de mejora" y ha apostado por la coordinación y la formación de todos los profesionales que estén en contacto con las víctimas, no sólo en el ámbito policial y judicial, sino también sanitario, educativo y en los servicios sociales.

Preguntada por la propuesta en la que trabaja el Ministerio del Interior para poder avisar a las mujeres que conviven con agresores reincidentes, Montero ha asegurado que defenderá cualquier medida encaminada a proteger a las víctimas. "Estamos de acuerdo con Interior en poner el foco en los agresores... Detrás de cada mujer asesinada, hay un maltratador", ha apuntado. La ministra cree que se debe concretar esta medida y ver "cómo se desarrolla", pero ha advertido de que "no hay varitas mágicas". "No hay una sola medida que evite todos los asesinatos, porque la violencia machista es estructural y no acabaremos con la violencia hasta que no acabemos con el machismo", ha dicho.

Mientras, ha apostado por incrementar los recursos, medios, dispositivos y protocolos y por fomentar la coordinación y la formación en ámbitos como el sanitario, educativo o en los servicios sociales que a menudo son las puertas de entrada al sistema de las mujeres víctimas de violencia.